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La fisioterapia se asienta en el ciclismo de élite
Ilustre Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía
“He venido aquí con mi fisioterapeuta”. La frase es de una de las grandes estrellas del ciclismo actual, el tricampeón del mundo, Peter Sagan. Lo dijo el pasado 23 de agosto en la presentación oficial de los equipos y corredores que están participando en La Vuelta Ciclista a España. Así afronta el corredor eslovaco una competición que le permitirá volver a recuperar sensaciones tras su dura caída en el Tour de Francia. Y lo hará como él mismo se encargó de recordar, junto a su fisioterapeuta.
El caso de Sagan es relativamente excepcional. Si bien es cierto que cada vez son más los fisioterapeutas que acompañan al pelotón internacional, apenas hay corredores que tengan al suyo propio durante las carreras. Eso sí, el ciclismo evoluciona y esta evolución ha ido de la mano de la fisioterapia. Y es que las piernas, y en general los cuerpos, de los 176 corredores que tomaron la salida en Málaga, y que también están recorriendo carreteras de municipios de Granada, Almería y Jaén, requieren de un cuidado diario.
La gran mayoría de los equipos ya cuentan con sus fisioterapeutas en carrera. Son los casos -por ejemplo- de los equipos Burgos BH Pro Cycling Team o Euskadi Basque Country-Murias, ambos debutantes en esta competición.
Javier Peral Pérez fue ciclista y ahora es fisioterapeuta del equipo burgalés. Nos explica que, desde su punto de vista, “el ciclismo está en constante evolución y se tiene en cuenta cada detalle para mejorar los resultados, en nuestro caso necesitamos medir lo que hacemos para poder mejorar”. Y es aquí donde entra la fisioterapia: “Cada vez hay más investigación en el campo de la fisioterapia y el ciclismo, lo cual está ayudando mucho, y a la vez está demostrando que tener presente la figura del fisioterapeuta en el equipo es importante y necesaria porque el ciclista necesita estar al 100 por cien de su rendimiento y para ello, la salud es un factor determinante”, señala el profesional del equipo Burgos BH.
En el Euskadi Basque Country-Murias, conjunto ascendido este año a la categoría europea, Ibai Agirreurreta y Cristian Múgica son sus fisioterapeutas. Para ellos, también es su debut en una carrera de tres semanas. Nos atienden en el hotel que establecieron como base del equipo durante los días previos y las cuatro primeras etapas en la provincia de Málaga. “Apenas hay tiempo para planificar con un ritmo tan frenético” cuenta Cristian, quien previamente había trabajado con deportistas del ámbito del Crossfit.
Ibai explica que para una competición de este tipo cuentan con herramientas no habituales en el día a día de la temporada. Los fisioterapeutas deben trabajar con los ocho ciclistas “a piñón fijo”, señalan ambos metafóricamente. “El tiempo es oro después de una etapa. Debemos repartirnos el tiempo que tenemos desde que llegan a meta hasta la hora de la cena, aprovechando hasta el último minuto con los ciclistas. Es, para nosotros, el momento crítico de cada jornada”, aclara Cristian.
Por su parte, Javier Pérez, también recuerda que “el trabajo del fisioterapeuta es más importante antes de la carrera que durante las tres semanas de competición”. Durante la temporada el fisioterapeuta está muy presente en el día a día con los ciclistas “para conseguir el principal objetivo: una óptima salud neuromuscuesquelética tanto en los entrenamientos como en la propia competición”, añade.
Además, indica que “como fisioterapeuta realizamos diferentes valoraciones del deportista a lo largo del año que nos sirven para recopilar datos que tienen que ver con la salud y así poder medir y cuantificar diversos factores que nos permita sacar conclusiones sobre el estado de salud del ciclista”.
Mientras charlamos con Ibai y Cristian, los ciclistas del Euskadi Basque Country-Murias parten hacia el lugar en el que se presenta la competición. Son compromisos que se alternan con los entrenamientos en los días previos. En el exterior hace calor. Los primeros días de carrera las temperaturas están superando los 30 grados. Ellos tienen muy en cuenta este tipo de factores para velar por el bienestar de sus ciclistas. “El calor genera mucha fatiga. Estamos encima de ellos para recordarles también que deben beber agua, que tienen que comer siguiendo o cualquier otra pauta marcada por los nutricionistas y así evitamos que lleguen más fatigados”, explica Agirreurreta.
En esta comunicación constante con el ciclista coincide el fisioterapeuta del Burgos BH. “Siempre se realiza una valoración posterior a la etapa para planificar el trabajo y controlar la evolución. Tenemos que estar en comunicación directa con el ciclista y con el médico, el preparador, el director del equipo y todas esas personas que trabajan en su entorno”, indica Javier.
Lesiones y tratamientos.
Los principales problemas a los que deben hacer frente cada tarde “son sobrecargas, puntos gatillos que se activan... debido a que es un deporte muy cíclico”, aunque fundamentalmente el trabajo de los fisioterapeutas se centra en eliminar las toxinas que van apareciendo en el músculo “para que recuperen la normalidad” afirman los fisioterapeutas del Euskadi Basque Country-Murias.
Si algún corredor llega con una dolencia o lesión tras una etapa se reorganiza el plan de trabajo. Dolencias lumbares o por caídas que han requerido alguna manipulación de terapia manual y ortopédica son las situaciones que pueden alterar el guion del día a día, tal y como nos explican Ibai y Cristian. Eso sí, durante la temporada los ciclistas cuentan con sus fisioterapeutas de confianza y son ellos, en contacto permanente con el equipo, los que tratan las lesiones que surgen fuera de las competiciones.
Javier Peral nos explica que una de las lesiones más conocidas por el aficionado en el ciclismo es la fractura de clavícula por culpa de las caídas, aunque sin obviar las dolencias que se producen por una mala gestión en la carga de entrenamiento. Él indica que el “mejor equipamiento” que se puede utilizar en una carrera de estas características “es la educación, que el ciclista tenga el conocimiento sobre cómo cuidar su cuerpo para exprimirlo cada día, y a partir de ahí entramos en juego como profesionales de la salud”.
El ejercicio terapéutico es fundamental “para buscar la máxima salud y la ausencia de dolor” según concreta Javier. “Establecemos unos objetivos determinados aunque el ejercicio pueda ser modificado porque determinados síntomas se reducen o para incidir en algún aspecto donde creamos que es necesario mejorar aunque no exista ningún problema”, especifica.