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LA FISIOTERAPIA EN LA ESCUELA
Sofía Rodríguez, es Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Valencia en 1990 y formada en el Concepto Bobath desde 1992. Actualmente es funcionaria de carrera de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, con plaza en propiedad en el Centro de Educación Especial de Cuenca, con experiencia laboral como fisioterapeuta en centros educativos ordinarios y específicos desde 1991.
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha
En 2015 y ante la escasez de publicaciones en el ámbito del trabajo de los fisioterapeutas en los centros educativos publicó junto a su compañera Ana Mª Rolanía Mínguez, el libro “La Fisioterapia en la Escuela”, que se agotó en poco tiempo y que todavía a día de hoy reclaman muchos compañeros de la profesión.
Mientras llega el momento de la reedición, Sofía Rodríguez aborda el tema a través de la impartición de cursos que están teniendo un gran éxito entre los compañeros de la profesión. El curso se plantea en tres bloques:
1º BLOQUE: Fundamentos y descripción del nuevo modelo de intervención del fisioterapeuta en la escuela: un modelo inclusivo, funcional y de participación, centrado en las rutinas de aula y la familia. Donde se profundiza sobre la influencia de las aportaciones de la neurociencia en la práctica clínica del fisioterapeuta pediátrico; la visión y abordaje de la discapacidad que nos propone el modelo biosicosocial de la CIF-2001; así como sobre el papel del fisioterapeuta en una escuela inclusiva.
2º BLOQUE: El fisioterapeuta como profesional de orientación educativa; su papel en el proceso de identificación de las necesidades del alumno con discapacidad motriz en el entorno escolar, así como en la planificación de la respuesta a las mismas. En este bloque se trabaja sobre las herramientas de valoración del fisioterapeuta para llevar a cabo esta labor, con especial detenimiento en el estudio de la valoración funcional del alumno, y la elaboración del informe de fisioterapia.
3º BLOQUE: El fisioterapeuta como profesional de atención directa al alumno. En este bloque se muestra la intervención del fisioterapeuta desde un Plan de Trabajo Individualizado (P.T.I.) y conjunto, elaborado con el resto de profesionales de atención directa, a partir de objetivos de equipo funcionales y de participación. Y se ensaña a elaborar un Plan de Intervención de Fisioterapeuta (P.I.F.) en base a una hipótesis de trabajo, extraída del razonamiento clínico que tiene como punto de partida los objetivos de equipo.
Historia y evolución
En los últimos cuarenta años, la fisioterapia en la escuela ha sufrido una gran transformación fruto principalmente de la evolución de la propia fisioterapia neuropediátrica, del concepto de discapacidad, y de los cambios acontecidos en las políticas de atención a la diversidad. Esta evolución implica cambios importantes en el modelo de intervención del fisioterapeuta en la escuela: desde el ¿Para qué estamos los fisioterapeuta en los colegios? , al ¿Cuándo y con qué colectivo de alumnos tenemos que intervenir en el ámbito escolar?, o el ¿cómo y desde dónde debemos hacerlo?.
Los fisioterapeutas pediátricos siempre han acompañado a los niños con trastorno motor, y a sus familias en su evolución, pero “nuestro perfil funcional ha ido cambiando y adaptándose a lo que pedían las políticas educativas del momento”, asegura Rodríguez. Añadiendo que “hemos sido testigos directos de las políticas de segregación escolar, cuando los alumnos con alguna discapacidad eran escolarizados en centros específicos; posteriormente, en la época de los años ochenta y noventa, la escuela ordinaria abrió sus puertas a los niños con discapacidad, y con ellos llegaron también algunos profesionales no docentes como los fisioterapeutas”.
Desde el modelo de intervención que presenta Sofía Rodríguez, el fisioterapeuta no puede actuar de forma unilateral, sino desde una organización interdisciplinar del equipo de profesionales que intervienen con el alumno con trastorno motor en la escuela. La valoración conjunta del alumno con discapacidad motriz, ofrece una visión integral del mismo que desde una resolución de problemas colaborativa, obliga, a los profesionales implicados, a llegar a consensos sobre las necesidades del alumno en el entorno concreto de la escuela, así como sobre los recursos y medidas a adoptar en la planificación de la respuesta a las mismas.
Cuando se habla del alumno con discapacidad motora, para llevar a cabo esta labor, el equipo de orientación educativa necesita añadir al diagnóstico clínico o a la evaluación psicopedagógica una valoración funcional que nos indique el nivel de funcionamiento/discapacidad del alumno en el entorno concreto de la escuela, en el desempeño de las rutinas escolares.
Es imprescindible conocer las capacidades y potencialidades del alumno, así como los déficits y las posibles limitaciones funcionales que pueda tener el alumno en el desempeño de las actividades de aula, o en las actividades básicas de la vida diaria, o en las actividades de ocio y juego.
La información que nos aporta la valoración funcional llevada a cabo por el fisioterapeuta se convierte, por lo tanto, en imprescindible en el proceso inicial de identificación de las necesidades y posterior planificación de la respuesta.
Normativa
En el momento actual, la normativa de atención a la diversidad vigente y por aprobar, permite a los fisioterapeutas de Castilla la Mancha llevar a cabo un modelo de intervención como el que se expone, y esto es así básicamente porque después de muchos años de lucha y defensa de la función como profesionales de orientación educativa, se ha reconocido, y la legislación al respecto así lo recoge. Los fisioterapeutas que trabajan en los colegios de Educación Especial de Castilla La Mancha, forman parte de los Equipos de Orientación educativa desde el Decreto de atención a la diversidad del 2013. Por el contrario, los profesionales que trabajan en centros ordinarios de infantil, primaria y secundaria, todavía no están incluidos aunque previsiblemente lo estarán pues así se refleja en el borrador del Decreto de inclusión educativa que será aprobado próximamente.
Desde COFICAM, en las diferentes reuniones que se han mantenido con la administración se ha propuesto la elaboración de una normativa menor al Decreto de atención a la diversidad (Instrucciones, protocolo de intervención del fisioterapeuta…) que recoja de forma clara y concisa el perfil del fisioterapeuta como agente impulsor de la inclusión educativa del alumno con discapacidad motriz, criterios objetivos de intervención y alta, colectivo al que va dirigida nuestra intervención, documentos que tenemos que elaborar (Informe de fisioterapia, evaluación trimestral…), y algo imprescindible como es la zonificación por áreas o centros educativos.