Tras una intervención quirúrgica tan importante como un trasplante, la Fisioterapia es una herramienta imprescindible para conseguir la recuperación, tanto física como emocional, del paciente. Ante el Día Mundial del Paciente Trasplantado, que se conmemora el 6 de junio, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía (ICPFA) continúa su campaña #HablanLosPacientes para mostrar a través de la voz de los propios pacientes cómo los fisioterapeutas ayudan sustancialmente en el pre y post trasplante.

María Carmen Campoy, presidenta de la asociación andaluza de trasplantados de pulmón ‘A Pleno Pulmón Andalucía’, señala que la Fisioterapia consigue “que el paciente llegue en óptimas condiciones antes de la cirugía”, con una correcta base física que facilitará que el paciente logre posteriormente “recuperar poco a poco su autonomía y pueda tener una mejor calidad de vida”. Efectivamente, mediante programas de tratamiento individualizados, el fisioterapeuta ayuda al paciente trasplantado a combatir las secuelas del operatorio como el agotamiento, la debilidad muscular e incluso la afectación emocional.

“El factor emocional es muy importante, ya que cuando los pacientes realizan los ejercicios prescritos junto a su fisioterapeuta se sienten apoyados, ganan autoestima y ánimo para enfrentar el proceso de recuperación y la vuelta a su vida diaria”, explica el presidente del ICPFA, Juan Manuel Nieblas. Además, la Fisioterapia aleja al paciente trasplantado del sedentarismo, introduciéndolo en la actividad física. De lo contrario, puede sufrir una pérdida de masa muscular, nada recomendable para su recuperación. Este déficit de masa muscular puede dificultar acciones cotidianas como ir al baño por su propio pie.

En el caso de los trasplantes de pulmón, la Fisioterapia Respiratoria es crucial para que el paciente aprenda una correcta dinámica respiratoria y pueda respirar mejor. Del mismo modo, el fisioterapeuta encamina al paciente a una reeducación funcional aspectos como el reequilibrio de su tono muscular, con el que adquirirá una mayor fuerza y movilidad.

En todos los trasplantados es importante la Fisioterapia. Tanto el trasplantado hepático, como cardíaco y renal sufren de secuelas que asientan en el aparato locomotor como dolencia en columna vertebral y tejido muscular.  En el caso del trasplantado renal, un porcentaje importante de pacientes requieren del servicio de rehabilitación por el sufrimiento del plexo lumbar tras el injerto manifestando de forma inmediata tras la cirugía paresia genitocrural y atrofia de cuádriceps, especialmente.