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DIA MUNDIAL DEL ICTUS
El Día Mundial del Ictus se celebra cada 29 de octubre. COFICAM quiere poner el foco en que la Fisioterapia es una de las piezas clave dentro del trabajo multidisciplinar tras padecer un ictus. “El tratamiento de Fisioterapia va a estar adaptado a las necesidades que el paciente tiene en cada fase, buscando en todo momento la recuperación de la máxima funcionalidad y realizando una prevención en la aparición de las posibles secuelas asociadas a este tipo de afecciones”, afirma Javier Merino, presidente de COFICAM.
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha
El lema escogido para este día mundial por la Federación Española del Ictus es ‘Unos minutos pueden salvar vidas’. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el ictus es la segunda causa de muerte en España, la primera en el caso de las mujeres, y también la primera causa de discapacidad adquirida en adultos. Cada año, 120.000 personas sufren un ictus en nuestro país, 3.100 en Castilla-La Mancha, pero el 90% de los casos se podrían evitar con medidas preventivas como seguir un estilo de vida saludable, evitar el tabaco o una alimentación sana.
La importancia de un tratamiento fisioterápico precoz
El ictus puede estar acompañado de alteraciones motoras y cognitivas que pueden afectar al movimiento, al habla o al equilibrio, entre otras. Estas alteraciones pueden ser de carácter reversible o permanente. La intervención temprana permite prevenir la aparición de ciertas secuelas asociadas al ictus, además de empezar la recuperación funcional del paciente mientras se encuentra encamado en el hospital. “También va a permitir mejorar ciertas funciones como la cardio-respiratoria y la recuperación de la fuerza muscular”, señala Merino.
Para los tratamientos, actualmente “se apuesta por abordajes convencionales como las movilizaciones precoces, la puesta en bipedestación temprana, reeducación de la marcha o reeducación de la función manual”, especifica el experto. Pero poco a poco se empiezan a utilizar otros abordajes más actuales “como la reeducación de la marcha por medio del tapiz rodante, utilización de la terapia espejo para la función manual o el ejercicio terapéutico para la mejora del acondicionamiento físico”, puntualiza el presidente.
Recuperación de la capacidad funcional de los afectados
Los pacientes que sobreviven a un ictus suelen sufrir secuelas físicas relacionadas con la movilidad, la visión o el habla, así como trastornos del ánimo, cognitivos y de personalidad. Esto impacta significativamente en su funcionalidad y en la calidad de vida.
Desde el punto de vista de Merino, normalmente la parte que más trabajo lleva a los pacientes en su día a día es “la recuperación de la capacidad funcional, ya que es su objetivo principal, el recuperar todas las capacidades que tenían antes de padecer esta afección”.
Código ictus en Castilla – La Mancha
El ictus es una urgencia neurológica que precisa una intervención diagnóstica y terapéutica inmediata. En el caso del ictus isquémico agudo, existe un procedimiento asistencial denominado Código Ictus, implantado en Castilla-La Mancha desde 2009, que ofrece actuaciones que han demostrado, con alto nivel de evidencia, prevenir o minimizar el infarto cerebral.