A dor crónica é un problema de saúde que afecta a unha de cada cinco persoas no mundo, causándolles graves problemas de discapacidade e relación coa súa vida cotiá e laboral.

É un tipo de dor constante e difícil de tratar que nalgunhas ocasións non ten unha causa aparente que o explique, o que leva a moitos pacientes para sufrilo sen posibilidade de curación. Noutras, a dor débese a patoloxías concretas que poden ser difíciles de tratar, como a artrose ou a fibromialxia.

Aínda que a percepción da dor ten un compoñente subxectivo, con persoas que teñen menos tolerancia e outras que poden soportalo mellor, o certo é que a dor crónica pode chegar a ser moi incapacitante.

Por todo iso, para contribuír a mellorar a calidade de vida dos afectados, o Colexio de Fisioterapeutas de Galicia (CoFiGa) dedica o seu videoconsello de maio a explicar como se pode tratar a dor crónica desde a Fisioterapia: https://youtu.be/tNacTjICk6c

A Fisioterapia ofrece aos/ás pacientes ferramentas para comprender mellor que é a dor e como funciona.

En liñas xerais, trátase dun mecanismo de alarma co que o corpo nos alerta de que algo non marcha ben.

O problema está en que, en ocasións, a dor deixa de exercer esta función protectora e queda ‘activado’ de forma constante, mesmo cando xa finalizou o proceso de curación do tecido lesionado. Pasa entón a considerarse dor crónica.

Comprender ben a Neurobioloxía da dor é esencial para saber a que nos enfrontamos, permitíndonos perder o medo tanto á dor como aos movementos que a incrementan, pero que poden axudar á recuperación.

Diante desta situación, o CoFiGa recomenda contactar con profesionais da Fisioterapia para realizar unha valoración do/a paciente e pautar exercicios terapéuticos encamiñamos a mellorar a mobilidade, forza, equilibrio, etc. e, con iso, tanto a percepción da dor como a súa propia evolución.

Os avances en Neurociencias permiten comprender mellor que é a dor e como combatelo desde o punto de vista da autoeficacia, que leva aos/ás pacientes para coñecerse mellor para adaptarse aos cambios no sistema nervioso e as alteracións nos mecanismos de control que provoca a dor crónica.

Os estímulos cognitivos, sensoriais e motores proporcionados no tratamento permitirán, grazas á guía do profesional fisioterapeuta, reverter estes cambios no sistema nervioso para reconducir, na medida do posible, a dor e a súa percepción.

A Fisioterapia achega diferentes técnicas para tratar a dor crónica: Terapia Manual, Termoterapia, Electroterapia, Fisioterapia Invasiva, estimulación transcraneal ou o uso de métodos de representación do movemento, como a realidade virtual aplicada ao tratamento.

Ferramentas todas elas que se pautarán en función das condicións físicas e psicolóxicas do/a paciente, e do potencial beneficio que poderían proporcionarlle, e que poden contribuír a mellorar a calidade de vida dos millóns de persoas que conviven cada día coa dor.

Combatir el dolor crónico con ayuda de la Fisioterapia

El nuevo videoconsejo del CoFiGa explica cómo las diferentes técnicas utilizadas en Fisioterapia contribuyen a mejorar la percepción del dolor crónico, un problema de salud que afecta a una de cada cinco personas en el mundo

El dolor crónico es un problema de salud que afecta a una de cada cinco personas en el mundo, causándoles graves problemas de discapacidad y relación con su vida cotidiana y laboral.

Es un tipo de dolor constante y difícil de tratar que en algunas ocasiones no tiene una causa aparente que lo explique, lo que lleva a muchos pacientes a sufrirlo sin posibilidad de curación. En otras, el dolor se debe a patologías concretas que pueden ser difíciles de tratar, como la artrosis o la fibromialgia.

Aunque la percepción del dolor tiene un componente subjetivo, con personas que tienen menos tolerancia y otras que pueden soportarlo mejor, lo cierto es que el dolor crónico puede llegar a ser muy incapacitante.

Por todo ello, para contribuir a mejorar la calidad de vida de los afectados, el Colexio de Fisioterapeutas de Galicia (CoFiGa) dedica su videoconsejo de mayo a explicar cómo se puede tratar el dolor crónico desde la Fisioterapia: https://youtu.be/c9m_fRnn5BM

La Fisioterapia ofrece a los/as pacientes herramientas para comprender mejor qué es el dolor y cómo funciona.

En líneas generales, se trata de un mecanismo de alarma con el que el cuerpo nos alerta de que algo no marcha bien.

El problema está en que, en ocasiones, el dolor deja de ejercer esta función protectora y se queda ‘activado’ de forma constante, incluso cuando ya ha finalizado el proceso de curación del tejido lesionado. Pasa entonces a considerarse dolor crónico.  

Comprender bien la Neurobiología del dolor es esencial para saber a qué nos enfrentamos, lo que nos permitirá perder el miedo tanto al dolor como a los movimientos que lo incrementan, pero que pueden ayudar a la recuperación.

Ante esta situación, el CoFiGa recomienda contactar con profesionales de la Fisioterapia para realizar una valoración del/la paciente y pautar ejercicios terapéuticos encaminamos a mejorar la movilidad, fuerza, equilibrio, etc. y, con ello, tanto la percepción del dolor como su propia evolución.

Los avances en Neurociencias permiten comprender mejor qué es el dolor y cómo combatirlo desde el punto de vista de la autoeficacia, que lleva a los/las pacientes a conocerse mejor para adaptarse a los cambios en el sistema nervioso y las alteraciones en los mecanismos de control que provoca el dolor crónico.

Los estímulos cognitivos, sensoriales y motores proporcionados en el tratamiento permitirán, gracias a la guía del profesional fisioterapeuta, revertir estos cambios en el sistema nervioso para reconducir, en la medida de lo posible, el dolor y su percepción.

La Fisioterapia aporta diferentes técnicas para tratar el dolor crónico, entre ellas la Terapia Manual, Termoterapia, Electroterapia, Fisioterapia Invasiva, estimulación transcraneal o el uso de métodos de representación del movimiento, como la realidad virtual aplicada al tratamiento.

Herramientas todas ellas que se pautarán en función de las condiciones físicas y psicológicas del/la paciente, y del potencial beneficio que podrían proporcionarle, y que pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de los millones de personas que conviven cada día con el dolor.