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Entrevista a Nils Ove Andersson Silva, vicepresidente de honor de COFICAM
Nils Ove Andersson Silva se graduó en Fisioterapia en la Universidad de Valencia en 1990 y desarrolla su labor profesional en el ámbito de la Atención Primaria desde 1990 en la provincia de Albacete y en concreto ahora en el Centro de Salud de Villarrobledo (Albacete). En la Junta de Gobierno del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha ha desempeñado los cargos de vicepresidente desde el inicio del Colegio y secretario, siendo nombrado vicepresidente de honor en septiembre de 2022, coincidiendo con la conmemoración del XX Aniversario de COFICAM.
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha
P.- De padre sueco y madre ecuatoriana, ¿Qué motivos le llevan a estudiar en Valencia y ejercer posteriormente en Albacete?
R.- Sí, me siento ciudadano del mundo. De hecho, he tenido nacionalidad ecuatoriana hasta el fallecimiento de mi madre que pasé a ser sueco. Como llegué a España en 1968 y pasé aquí 13 años, después de una estancia de 5 años en Suecia, donde conocí la Fisioterapia a través de una prima, decidí estudiar este campo, y como no me daba la nota para entrar directamente en Suecia, hice la convalidación de estudios y la Selectividad, para poder acceder. En principio pensaba cursar estudios en la Gimbernat, pero finalmente me resultaba más cómodo y cercano acceder en Valencia. Fueron tres años fabulosos de estudio que recuerdo con mucho cariño. Antes de terminar los estudios nos enteramos y vinimos a Albacete un grupo de la promoción a una entrevista de trabajo. Tenían planes de abrir Unidades de Fisioterapia en varios centros de salud de las poblaciones más estratégicas del Área de Salud. En aquel entonces fue cuando a nivel personal decidí quedarme en Albacete y contraer matrimonio con mi pareja. Todo de forma paralela a pedir la nacionalidad española...
P.- Por qué se decantó por la Fisioterapia como profesión?
R.- Me gustaban también los idiomas, pero quizás el mayor peso fue haber conocido cómo trabajaba mi prima y me gustaron las funciones y los diversos campos que abarcaba la fisioterapia: la anatomía, la funcionalidad, la salud, la recuperación de problemas de salud...era un horizonte muy diverso y prometedor que se abría ante mis ojos. El trato directo y humano también me atrajo.
P.- Ya que comparte profesión con su esposa, ¿En casa se habla de Fisioterapia o eso se deja solo para el ámbito laboral?
R.- Resulta que M.ª José y yo trabajamos en el mismo centro, ella de mañanas y yo de tardes...es inevitable hablar, comentar y compartir las cosas...
P.- ¿Cómo fue la experiencia en su paso por la Junta de Gobierno de COFICAM?
R.- Fueron 20 años muy prolíficos donde hicimos un buen equipo para llevar a cabo todo el desarrollo normativo y funcional de todas las actividades colegiales que precisaba esta nueva Institución Pública que es el Colegio. He de destacar sobre todo la calidad humana y la integridad moral de todos los miembros de la Junta. Fueron unos grandes años de febril trabajo, pero también de compartir momentos personales en tantas y tantas reuniones. En fin, una etapa que guardo con mucho cariño.
P.- ¿Qué evolución ha percibido en la actividad colegial durante ese mismo tiempo?
R.- La evolución de pasar de ser una Asociación de Fisioterapeutas, a conseguir un estatus de Colegio Profesional, es como pasar de la noche a la mañana. En pocos años se consiguió un nivel legal más acorde con la profesión y un trato cercano y eficaz con la Administración Pública. La profesión empezó a valorarse de forma más correcta y efectiva gracias a la nueva legalidad que nos daba cabida y nos sustentaba.
P.- ¿Es la Fisioterapia una profesión lo suficientemente reconocida y valorada?
R.- Si bien el reconocimiento y la valoración han aumentado de forma exponencial y consistente, aún queda mucho por hacer en todos los niveles. El reconocimiento profesional debe ir acompañado de unas compensaciones profesional, económica y social mayores. Empezando porque los sueldos y las tarifas de precios sean más acordes con la realidad sería quizás el primer indicador de un reconocimiento justo y digno de la profesión.
P.- ¿Cómo se puede combatir el intrusismo profesional en la Fisioterapia?
R.- Quizás la forma más efectiva es crear conciencia en la sociedad con campañas concienzudas y profesionales, vender las bondades de la Fisioterapia, demostrar día a día lo que la fisioterapia puede hacer por una persona. No caer en acomodamientos es quizás también una estrategia para ofertar servicios y nuevos campos donde desarrollar nuestro saber hacer para que no sean otros los que ocupen esos vacíos que existen...
P.- ¿Cómo ve actualmente la Fisioterapia en Atención Primaria y qué camino considera que va a seguir en los próximos años?
R.- La Fisioterapia en Atención Primaria ha progresado mucho en los últimos años consolidándose como ese gran ámbito que atiende numerosas patologías en la puerta de entrada de la atención sanitaria de nuestro país. Sin embargo, ha sufrido un estancamiento a nivel de creación de nuevas plantillas y ampliación de las antiguas, donde se pudiera atender a la mayor demanda que existe. Una de las claves es trabajar con protocolos para atender mejor a la población con técnicas y medios que fomenten el autocuidado y la responsabilidad personal de los usuarios. Sin duda, resultaría interesante conseguir la derivación directa al fisioterapeuta evitándole al paciente un innecesario peregrinaje.